Me pregunto cómo puede haber gente que todavía odia el otoño: de lejos es la mejor estación del año.
El otoño nos desprendemos de todo lo que es innecesario, y lo que al principio puede producir algo de nostalgia, a la larga a todos nos brinda armonía y tranquilidad.
¿por qué? Porque se equilibra nuestro entorno y nosotros con él. Se armonizan las fuerzas entre la noche y el día, no estamos sometidos a altas temperaturas, podemos respirar mejor…
Y qué decir de la flora que nos rodea: esta es capaz de deleitarnos con auténticos milagros sensoriales año tras año.
Los colores adquieren nuevas dimensiones, las formas cambian, evolucionan. El movimiento, el cambio, está presente en cada paso. Los árboles, sin ir más lejos crear fascinantes lluvias de hojas.
Es época de vendimia, de bonanza y recolección.
Y aunque la luz sea algo más tenue, incluso eso puede agradecerse.
¿a quién no le gusta acurrucarse en el sofá y ver un episodio tras otro de Netflix? Las aventuras de verano están bien, pero en los hoteles y hostales que visitamos no encontramos el placer, el auténtico placer, de un hogar.
En otoño ha vuelto OT y todos los programas y series de la radio y la televisión. Y todavía tenemos por delante fechas como el Halloween o el Black Friday. Americanadas, lo sé. Pero gustan.
La comida y la bebida se agradece mucho más, ¿quién puede negarse a un café calentito? ¿a un té? ¿a un chocolate?
Una de las cosas que más me gustan del otoño son los jerseys: un jersey tan bonito como calentito es capaz de alegrarle el día a cualquiera.
El look del día a día se forma con el jersey, los vaqueros o los leggins y los mocasines. Porque la temperaturas bajan, es cierto, pero todavía es época de mocasines.
¿Tú ya tienes los tuyos?
Venga va, para levantarte un poquito ese ánimo te enseño lo mejor de nuestra colección: